
Vaya por delante que no soy ninguna experta en webs. Pero todos los que comienzan un negocio se plantean alguna vez esta pregunta: ¿de verdad necesito una web para mi negocio?
Yo ya pasé por ello, y voy a ahorrarte que dediques demasiado tiempo a tomar una decisión.
Voy a compartir contigo el análisis que hice. (Si me conoces ya sabes que soy muy «de analizarlo todo»).
A continuación trataré de derribar todas esas barreras que te impidan tener una web para tu negocio.
Barrera 1: tengo un comercio local y no necesito una web para mi negocio porque mis clientes son la gente del barrio.
Puede ser que pienses que por no tener web, no tienes presencia en internet. Debo decirte algo: eso es un error.
Quizá en el siglo XX las cosas funcionasen así. Pero hoy en día, todos tenemos un teléfono desde el que se puede buscar en internet.
Y voy a ir más allá.
Aunque no tengas una web, en internet existen multitud de plataformas donde tus clientes pueden dejar su opinión sobre tu negocio. Hablarán de tu negocio en buscadores y en redes sociales.
Si es un comercio a pie de calle, en el mismo Google estará localizado. Y se podrá opinar aunque no hayas creado tú la ficha. Ya que estamos, si este es tu caso, te dejo un consejo: deberías reclamar su propiedad para que no usurpen otros la identidad de tu negocio.
Piénsalo: si ya hablan de tu negocio o te buscan en internet, qué mejor que tener controlado el aspecto de tu escaparate digital.
Barrera 2: Yo ya tengo cuenta para mi negocio en las redes sociales
Esta barrera es de las más fáciles de derribar.
De acuerdo que las redes sociales son gratuitas y no hay que el uso de las plataformas es muy fácil e intuitivo. Pero, ¿sabes qué? No son de tu propiedad.
Por poner solo un ejemplo, actualmente Facebook, Instagram y WhatsApp son de Mark Zuckerberg. Youtube es de Google. Así con todas.
Y el propietario es el que marca las reglas del juego. Cambian semanalmente su algoritmo. No te cuento nada nuevo si digo que los contenidos que publicas, son suyos.
Y podrían cerrar mañana mismo. Sin preaviso. Fin del negocio.
Sin embargo, una web sí que es tuya. Pagas por el alojamiento, la diseñas como quieres y controlas los contenidos que publicas.
Y si el día de mañana decides cerrarla, tuya y solo tuya es la decisión.
No negaré que las redes sociales ayudan a aumentar tu visibilidad. Pero debes entenderlas exactamente como lo que son. Una herramienta más para difundir tus contenidos.
Las redes sociales son geniales para difundir contenidos. Pero los contenidos créalos en tu propia web. No dejes tu negocio en manos de terceros. Clic para tuitearBarrera 3: Ya tengo una web. Es gratuita.
Si este es tu caso, lamento decirte que has caído en el mismo error que en el caso anterior.
La web no es tuya. La estás alojando en una plataforma de un tercero. Y él establece las normas y limitaciones del producto que te ofrece.
Y ya sabes que si es gratis, el producto eres tú. O lo que es lo mismo, estás cediendo tus datos y tus contenidos a un tercero.
Hay algunas opciones, en las que pagas pero muy poquito. Esas también tienen “truco”.
Están bien para empezar, cuando no tienes ingresos y no puedes invertir. Pero a la larga no te sirven porque están muy limitadas en cuanto a prestaciones y diseños. Te cobrarán si quieres añadir funcionalidades extra. Pero si te vas a profesionalizar, querrás tener esas diferencias.
Si realmente quieres destacar de tu competencia y no ser uno más, merece la pena invertir en una web profesional.
Barrera 4: Es que no quiero gastar mucho dinero en una web.
A estas alturas del post, estarás de acuerdo conmigo ya que una web es necesaria para tu negocio.
Ten en cuenta que en todo negocio hay que invertir. Y la web es una inversión. No la veas como un gasto. Además, si lo piensas a largo plazo no es tan caro.
- Dominio y hosting: no es demasiado. Para una web sencilla, sin millones de visitas, con unos 100€ al año tienes planes muy majos en el mercado.
- Diseño web: la imagen es importante. Si tienes tiempo y te gusta aprender cosas nuevas, puedes intentar hacerla tú. No te costará dinero pero sí muchísimo tiempo. Te advierto que la opción de pagar a un diseñador es la mejor. Lo hará en mucho menos tiempo que tú y con mejores resultados.
- Fotos para la web: no valen fotos de stock. Seamos serios. No sabes la de veces que he visto webs de sitios españoles con fotos de una oficina multicultural neoyorkina. Hazte unas buenas fotos o paga a un fotógrafo para que las haga por ti.
- Textos para la web: hazlos tú mismo o contrata un copywriter. Antes de tomar la decisión valora si quieres conseguir ventas o clientes por internet. Si la respuesta sí, busca un copy. Conseguirá una buena conversión para tu web. A la larga, ahorrarás en publicidad.
Como ves, es una inversión pequeña si piensas en los beneficios que te ofrece: una imagen profesional de tu negocio y un escaparate online en el que conseguir clientes.
Barrera 5: no tengo tiempo para estar pendiente de actualizaciones y el mantenimiento
Plantéate tu web como un escaparate para tu negocio. Es tu escaparate virtual.
La ventaja de este tipo de escaparates es que no es obligatorio cambiar lo muy a menudo si lo que quieres es simplemente una web estática.
Sí que tendrás que hacer un mantenimiento regular de la web. Actualizar plugins y comprobar que está funcionando bien.
Como no tienes tiempo, puede hacerlo un diseñador web por ti. No es nada caro el servicio y estarás completamente despreocupado.
Ahora bien. Si quieres que Google te coloque en las primeras posiciones, necesitas un blog. Si tienes una buena estrategia de contenidos y publicas regularmente, el buscador por excelencia te recompensará.
Requiere tiempo, eso es cierto. Tendrás que escribir regularmente. Necesitarás tiempo.
O dejarlo en manos de un redactor. Si no tienes tiempo, esta es tu opción. Y tampoco es tan cara si piensas en todo lo que obtendrás:
- Contenido útil para tus clientes.
- Contenido nuevo para tus redes sociales.
- Puedes enviarles las publicaciones a tu lista de suscriptores para fidelizar a tus clientes.
- Aumentar el tráfico a tu web: cuantas más visitas mayor probabilidad de compra.
- Posicionamiento en Google: también ganas en autoridad.
- Diferenciarte de la competencia.
Y hasta aquí, las principales objeciones que solemos tener los que comenzamos con un negocio.
Espero que al menos te haya hecho reflexionar.
Me encantará saber si has pasado por esto o si aún estás pensándotelo. Déjame un comentario y me cuentas.
Deja una respuesta