
Cuando lanzaste la web para tu negocio tenías la plena confianza de que conseguirías más clientes. Pusiste mucho empeño en que tuviera una apariencia profesional y que fuese muy bonita.
Querías que las visitas a tu web se convirtiesen en clientes.
Pero con los meses te has dado cuenta de que no es así. ¿Crees que has perdido el tiempo y dinero? Vamos a analizar qué puede estar pasando antes de que tires la toalla.
Quizá no has caído en la cuenta de alguno de los errores más comunes que se cometen con los textos de la web. Así que vamos a repasar cuatro de los motivos por los que puede que no esté funcionando tu web como esperabas.
Los textos de tu web tienen que marcar la diferencia
Tu web tiene que diferenciarte de tu competencia. No hay dos negocios iguales. Aunque el producto que vendes sea aparentemente igual a otros, la diferencia la marcas tú.
Te voy a poner un ejemplo de la vida cotidiana: una frutería. ¿No venden todas lo mismo? Claro que sí, venden fruta.
Ahora bien, piensa por qué razón compras la fruta casi siempre en el mismo establecimiento. Quizá sea porque te gusta cómo te atienden, o porque está cerca de tu casa, o porque tienen las piezas de mayor calibre…
Hay muchas razones diferentes para que compremos a unos y sin embargo no compremos a otros.
Ahora piensa, qué ofreces tú que te hace diferente de la competencia a ojos de tus clientes. ¿Lo sabes ya? Pues analiza tu web y comprueba si al abrir la página se percibe esa diferencia.
Tiene que estar muy clara, para no parecer “uno más”. Si no, las visitas cerrarán la página en cuanto la vean y estarás perdiendo oportunidades de venta.
Los textos de tu web tienen que generar confianza
¿Confianza? Si te estás preguntando que para qué, ten en cuenta lo siguiente. La confianza es la base para vender. Nadie compra a gente de la que desconfía.
Vuelvo al ejemplo de la frutería. Imagina que nada más entrar por la puerta de la tienda, el frutero te dijese “Cómprame estas papayas”.
¿Lo comprarías? Pues claro que no. Desconfiarías enseguida de ese frutero. ¿Y por qué quiere que me lleve las papayas? ¿Se estarán poniendo malas? ¿las tendrá la frutería de al lado más baratas?
Vale, pues lo mismo pasa en la venta on-line. Necesitas generar confianza antes de ofrecer el producto que quieres vender. No pongas de buenas a primeras un «cómprame».
Hay que convencer. Tienes que explicar quién eres, qué es lo que haces o vendes, y sobre todo explicarle al cliente qué beneficios obtendrá cuando compre en tu web.
Como la venta por internet es mucho más complicada que cuando tienes un trato directo con tu cliente, hay que prestar mucha atención a los textos.
Que todo quede detallado y claro. No basta una foto bonita.
Porque en internet no te pueden ver en persona, ni les puedes aclarar dudas según le vayan surgiendo. Debes anticiparte y resolverlas en la web.
Olvídate de los textos grandilocuentes
Aquí no me voy a andar con rodeos. Si cuando escribiste los textos de tu web copiaste los de la competencia o intentaste sonar igual que ellos, has cometido un gran error.
Ya te he explicado la importancia de la diferenciación y de generar confianza… ¿Sonando como otros crees que lo estás haciendo bien?
Además, la mayoría de las webs utilizan un lenguaje que aunque parece que suena a «grandeza», en realidad son palabras vacías y sin un significado que transmita nada a las visitas.
En serio, busca ahora mismo si en la web de tu negocio pone algo referente a “equipo multidisciplinar”, “orientación a cliente”, “experiencia al servicio de nuestros clientes”, etc…
Esto que suena tan engolado y vacío es un error muuuuy común. Casi todas las webs corporativas lo tienen. Pero no se han dado cuenta que son palabras vacías y que de cara a tus clientes no dicen nada.
Lo que tienes que hacer es ser claro y directo. Explicar de manera sencilla qué haces, para quien es tu producto y qué gana tu cliente al comprarte.
Déjalo claro en la página de inicio de tu web o tus posibles clientes cerrarán la pestaña del navegador en menos de lo que canta un gallo.
Actualiza tus contenidos en la web
Al algoritmo de Google le encantan las webs que actualizan tus contenidos. Las posiciona mejor.
Pero no huyas. No te estoy pidiendo que cambies los textos de tu web cada poco tiempo. Pero sí que te recomiendo que tengas un blog incorporado en tu web.
En el blog puedes ofrecer a tus clientes ideas para usar tus productos. O trucos y consejos para ayudarles antes y después de la compra. También puedes enseñarles cómo trabajas o quienes forman parte de tu equipo.
Eso genera una relación entre tus posibles clientes y tu negocio. Y ayudará a que cuando quieran comprar lo que tú ofreces, estés en su mente y vuelvan a tu web a comprar.
Así que, tener un blog no tiene más que beneficios: a Google le gusta y aumentará el tráfico, y genera confianza en tus lectores, que volverán para comprar.
Espero que llegados a este punto hayas comprobado ya si no has cometido ninguno de estos errores con los textos de tu web. Hazlo, no tardas nada.
Pero por favor, vuelve por aquí y cuéntame en los comentarios si tienes que cambiar algo. O si eres un crack del copy y tus textos han superado sin problema esta pequeña ITV 😉
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